Carolina Mora González y Ingrid Espinoza Lanzas

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Costa Rica enfrenta el inicio de 2025 con dos casos de feminicidio, cuyas víctimas eran parejas de ciudadanos nicaragüenses.

Ambas tragedias, ocurridas en Heredia, han generado gran conmoción, dejando a varias familias marcadas por el dolor y la orfandad.

El 30 de diciembre de 2024, Carolina Mora González, de 38 años, desapareció en Belén de Heredia. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente en un terreno baldío cercano a Ojo de Agua.

Las investigaciones policiales llevaron a la captura de su pareja, el nicaragüense Álvaro Padilla Palma, como presunto responsable del crimen. Mora González deja a un hijo de 4 años en la orfandad, mientras las autoridades continúan recabando pruebas en este caso.

El segundo hecho ocurrió en las primeras horas del 1 de enero de 2025 en La Milpa, Guararí de Heredia. Ingrid Espinoza Lanzas, de 35 años, fue atacada con varias puñaladas, presuntamente por su pareja, Osman Machado Gómez, también de nacionalidad nicaragüense.

Tras el ataque, Machado Gómez huyó del lugar y es intensamente buscado por las autoridades costarricenses. Espinoza Lanzas deja a tres hijos menores, de 13, 9 y 4 años, quienes ahora enfrentan una dura realidad.

Estos feminicidios han puesto de relieve la urgencia de reforzar las políticas públicas en materia de prevención de la violencia de género, así como de brindar apoyo integral a las víctimas y sus familias.

La policía de Costa Rica mantiene una búsqueda activa para localizar a Machado Gómez, mientras el caso de Padilla Palma se encuentra en proceso judicial.

Ambos crímenes destacan la necesidad de abordar de manera conjunta el problema de la violencia doméstica y de género en la región, que continúa dejando secuelas devastadoras en las comunidades afectadas.