La tranquilidad del barrio La Manga, en el suroccidente de Barranquilla, Colombia, quedó interrumpida por un incidente bajo investigación que derivó en una lamentable doble pérdida humana. Con el paso de las horas, las autoridades confirmaron el fallecimiento de Dorian Estiven Driles Serpa, de 22 años, quien había resultado gravemente afectado durante los hechos ocurridos en el restaurante El Bendecido.
De acuerdo con información oficial, Dorian permaneció varias horas en un centro médico de la capital del Atlántico, donde recibió atención especializada tras presentar lesiones durante el ataque. A pesar de los esfuerzos del personal de salud, su estado se complicó y su pérdida fue confirmada recientemente, aumentando el dolor que vive la comunidad.
El incidente ocurrió cuando Dorian se encontraba en el establecimiento comprando alimentos junto a una mujer, presuntamente su pareja, y una menor de edad. Según versiones recopiladas por las autoridades, un presunto responsable habría ingresado al local simulando ser un cliente para acercarse al mostrador y ejecutar un ataque directo contra Miguel Antonio Tordecilla, propietario del restaurante, quien perdió la vida en el lugar.
Después de agredir al comerciante, el agresor habría accionado un arma de fuego en repetidas ocasiones, alcanzando a Dorian y generando una situación de alto riesgo para quienes lo acompañaban. Una fuente cercana al caso señaló que “el muchacho no tenía relación con la situación, solo hacía una compra con su familia”, reflejando el desconcierto que persiste entre los vecinos.
Las primeras indagaciones apuntan a que Miguel Tordecilla venía recibiendo presiones relacionadas con intentos de cobro indebido, lo que podría estar vinculado con el origen del ataque. Con el fallecimiento de Dorian, el hecho tomó mayor relevancia al dejar como resultado la pérdida de un joven que, según los reportes, no tenía vínculo alguno con el trasfondo del caso.
Las autoridades continúan recopilando información y avanzando en las investigaciones para esclarecer completamente lo ocurrido y ubicar al presunto responsable. Mientras tanto, en La Manga persisten el luto, la preocupación y el llamado de los habitantes para que se refuercen las medidas de seguridad y se eviten nuevos hechos que afecten la tranquilidad del barrio.
