El pasado lunes por la tarde, tres niños de una misma familia murieron quemados en un incendio en una casa en la aldea de Assentamento Carolina, en el interior de São José do Divino, en la región norte de Piauí. Brasil.
Se trata de dos hermanas y primas, Maria Nicole da Silva Coelho (2 años y 5 meses), Antonia Bianca da Silva Coelho (1 año y 3 meses) y Antonio Gael.・Da Silva Araujo (2 años ), 6 meses respectivamente.
El Mayor Alexandre, 3.er Comandante del 3.er Batallón de Policía Militar de la CIA, explicó que en el momento del incidente los niños se encontraban con su abuela materna, identificada como Teresinha do ze Bento.
Una mujer se encontraba desyerbando su terreno cuando se sorprendió al encontrar que su casa ya estaba en llamas. Según información preliminar, los niños jugaban en su dormitorio cuando uno de ellos prendió fuego a un colchón, y el fuego se extendió rápidamente por toda la casa.
“Nos llamaron alrededor del mediodía para responder a este incidente que involucró a estos tres niños que fueron incendiados. Según reportes policiales, se encontraban con su abuela materna; Ella estaba desyerbando, un interior. Cuando ella se sobresaltó, la gente vio el fuego que envolvía la casa. Los tres niños quedaron carbonizados. Eran dos hermanas y una prima”, explicó.
Policía Militar acordonó la zona y llamó a peritos forenses para determinar la causa del incendio. El Instituto de Medicina Forense (IML) retira el cuerpo del niño.
Uno de los niños era hija de Bill, un deportista de la ciudad de São José do Divino. También es tío de otros dos niños.
El Ayuntamiento de São José do Divino lamentó esta trágica muerte en una carta de condolencia. "Nuestros corazones están entristecidos y lamentamos profundamente este momento de extrema tristeza. Por la presente expresamos nuestro más sentido pésame y pedimos a todos que se unan a nosotros en oraciones para consolar a toda la familia", dijo en un comunicado.
El ayuntamiento también se pronunció. “En nombre de la presidenta Patricia Cerqueira y de los demás concejales, compartimos nuestro sentir con nuestros familiares y amigos: “¡Que Dios consuele los corazones de todos!”, escribió.
