Una madre angustiada quiere advertir a los padres que "tengan cuidado con quien toque a su bebé, quien les ponga la mano a su bebé", después de que su hijo de tres meses falleciera cuando se suponía que todo iba a estar bien.
Angelina Rendon afirma que los médicos le dieron una serie de garantías para que no se preocupara por la seguridad de su bebé, pero lamentablemente este perdió la vida, en un hecho sucedido en Rancho Córdova, California, Estados Unidos.
Aunque los niños menores de cinco años aún no pueden recibir la vacuna contra el C0R0N4VIRUS, ella y su pareja perdieron a su hijo recién nacido, identificado como Tyler Rendon Jr, cuando se supone que el COV1D-19 no le hace nada a los niños.
Angelina Rendon dijo a la prensa de Sacramento: "No sé cuántas veces un médico me dijo 'no te preocupes, tu bebé no se verá afectado por COV1D', pero desafortunadamente lo hizo.
"Tenga cuidado con quién toca a su bebé. Puede comenzar con un pequeño beso de alguien que conozca que estuvo expuesto y no mostró síntomas".
Su esposo Tyler Rendon agregó: "Tenemos el corazón roto en nuestra familia debido a COV1D perdimos un bebé por algo sobre lo que no teníamos control."
"Nuestro médico dijo que [nuestro hijo] estaba sano. El C0R0N4VIRUS no construyó su sistema, lo destruyó".
La pareja dijo que las cenizas de su hijo están guardadas en un armario y quieren asegurarse de que otros padres estén al tanto de los riesgos para los hijos.
El consejo oficial sigue siendo que los niños no son tan susceptibles a los efectos secundarios más graves de la enfermedad, pero se necesita más investigación sobre el impacto de COV1D en los menores.
Dice: "Todo parece indicar que la enfermedad grave por el COV1D no es común entre niños".
Por todos estos hechos es muy importante tener más datos sobre los impactos a largo plazo de la pandemia en los niños, y cómo el virus a largo plazo puede dañar la salud de los niños infectados, y también tener efectos emocionales negativos en la salud mental.