Una adolescente identificada como Tamara Betzaida Carpintero Jiménez, de 13 años de edad, fue encontrada sin vida la mañana del lunes, en una comunidad de la provincia de Chiriquí, en Panamá.
Olmedo González, padrastro de Tamara, dijo que su hijastra no se quitó la vida, como comentaban algunas personas.
Fuentes de crédito revelaron que la niña tenía una HER1D4 en el brazo y un cuchillo incrustado en el abdomen del lado izquierdo.
Los paramédicos al llegar al lugar y confirmaron el deceso de la menor de edad. Luego, las autoridades forenses procedieron con el levantamiento del cuerpo sin vida.
Ayer, los médicos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses realizaron la necropsia al cuerpo sin vida de la muchacha y encontraron que estaba embarazada.
Esta información fue confirmada por la propia familia, quien tenía conocimiento del estado de gestación de la niña de 13 años.
"Ella estaba feliz de regresar al colegio, estaba animada a seguir estudiando y ese día esperaba al padre de su hijo para acudir a una cita médica, ella no tenía razón para quitarse la vida, pido que se investigue hasta las últimas consecuencias", dijo.
La adolescente ya le había revelado a sus padre quién era el papá del niño, y él aceptó hacerse responsable y mantener al bebé.
El padrastro, muy consternado dijo: "Ella se quedó sola, esperando porque el muchacho la venía a buscar, yo estaba en el trabajo cuando me avisaron lo que sucedió, pedimos que se haga justicia".
Según las primeras investigaciones Tamara tenía unos tres meses de gestación, aproximadamente. Las autoridades investigan el hecho en estos momentos.
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