La madre de una niña de Texas de 5 años a la que obligaron a comer heces de perro y se metió calcetines empapados de orina en la boca y finalmente murió como resultado, admitió su culpabilidad.
Según una fuente de noticias, la residente de San Antonio, Katrina Mendoza, de 23 años, se declaró culpable el lunes del cargo de delito grave de primer grado de lesiones corporales graves por omisión de una niña.
La sentencia máxima por el cargo es cadena perpetua, pero la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Bexar acordó reducir su sentencia si se declara culpable a 45 años, según el medio.
Tras el fallecimiento de su hija Mercedes Losoya, Mendoza y su entonces novio José Ruiz, de 27 años, fueron detenidos y acusados de agredir a una niña.
En febrero de 2022, la niña fue declarada muerta en el Southwest General Hospital después de que la policía afirmara que había soportado semanas de abuso físico severo que la había dejado con cortes, moretones y la pérdida de una cantidad significativa de cabello y uñas de los pies.
El hombre abusó de la niña después de que la madre le pidiera ayuda para “disciplinar” a su hija Mendoza, dijo a los investigadores que Ruiz había abusado de su hija durante tres semanas después de que ella le pidió que le diera disciplina a la pequeña.
Hasta les puso heces de perro en la boca mientras le gritaba, afirmó ella que obligó a Mercedes a eso.
Ella dijo que él metió un calcetín empapado en orina en la boca de la niña, y luego lo sacó tan agresivamente que dos de sus dientes se cayeron, dijeron las autoridades.
La madre también alegó que Ruiz G0LP€Ó repetidamente a Mercedes con cinturones y sus manos, que estaban cubiertas con anillos, pero afirmó que sólo abofeteó a la niña "en el trasero" y acusó a la hermana de 6 años de la pequeña de quitarle su pelo.
Ruiz, quien se declaró inocente de heridas a un niño pequeño que causaron lesiones corporales graves, está programado para ir a juicio en octubre, según un medio informativo.
Según los informes, la otra niña, hermana de Mercedes ha sido sacada de la casa y puesta bajo la custodia de los Servicios de Protección Infantil.