El 20 de septiembre, en un apartamento del barrio Suíssa, en la Zona Sur de Aracaju, Sergipe, un macabro descubrimiento estremeció a los habitantes de la región brasileña.
Lo que empezó como una investigación por maltrato a una menor de edad, terminó con un descubrimiento macabro dentro de la casa.
Durante un desalojo, se encontró el cuerpo de un hombre dentro de una maleta guardada en una nevera, lo que provocó una intensa investigación policial y conmoción en la comunidad.
La propietaria del apartamento, una mujer de 37 años, fue detenida bajo sospecha de ocultación de cadáver y maltrato a su hija de cuatro años, quien estaba viviendo en condiciones insalubres.
El hallazgo se produjo cuando la Policía Militar acudió al lugar para apoyar el desalojo debido a falta de pago del alquiler.
En el interior del apartamento, encontraron a la mujer herida en una habitación y a su hija de cuatro años en la sala, a salvo.
Ambas recibieron atención médica del Servicio Móvil de Urgencia (Samu), confirmando que la madre había intentado quitarse la vida, mientras que la niña no presentaba lesiones.
Horas después, un oficial de justicia y un hombre contratado para retirar los muebles del apartamento descubrieron el cuerpo en la nevera, la cual estaba atada con cuerdas.
El cadáver estaba en avanzado estado de descomposición y fue trasladado al Instituto Médico Legal para realizar exámenes forenses que determinen la causa y la fecha de su fallecimiento.
La mujer, identificada como técnica de enfermería, no ha tenido su nombre revelado por la policía, pero se sabe que ha trabajado en hospitales públicos y privados de la capital. En la actualidad, está siendo representada por un abogado.
Se le atribuyen a la sospechosa los delitos de ocultación de cadáver y maltrato a la niña debido a las condiciones insalubres en las que se encontraba el apartamento, lleno de basura, suciedad y objetos dispersos.