La fuerza majestuosa y seductora del océano oculta con frecuencia un lado despiadado y desafiante que puede servir como un recordatorio de la fragilidad de la vida humana.
Este fue el caso de Katherine Sandoval, una colombiana que falleció el pasado sábado 29 de julio al ser embestida por una ola frente a las costas de Australia.
Sin darse cuenta, Katherine llamó a su familia esa noche para decirles que ella y tres amigos de la iglesia iban a hacer un recorrido por Cronulla.
"Nos informó que planeaba salir con los muchachos de la iglesia, que visitarían una playa y que no tendría señal. No nos debería preocupar que no nos hablara porque no tendría señal, y nos avisaría cuando llegara”, recordó Ángela.
Ese mensaje, sin embargo, nunca fue entregado. La colombiana y uno de sus amigos, según los amigos de Katherine, caminaban por una plataforma de piedra cerca del mar cuando de repente una ola alta apareció sola y se estrelló contra ellos.
"Ella y otro niño fueron arrastrados por una ola muy alta que apareció de repente de la nada. Desafortunadamente para ella, se golpeó la cabeza contra una roca debido a la fuerza de la ola. Luego, según su familia, estaba inconsciente y no podía nadar", dijeron los parientes.
Uno de los amigos de Katherine, Jhonatan Leon, afirmó que el área por donde caminaban no era peligrosa y que los estudiantes internacionales suelen ir allí porque el mar rara vez invade el espacio entre las rocas.
Los jóvenes estaban tomando fotografías del área cuando Katherine y otro compañero de clase fueron arrastrados al agua por el fenómeno conocido como la ola monstruosa.
Aunque los acompañantes de la mujer lograron sacarla del agua con la ayuda de unos pescadores e incluso administrarle los primeros auxilios, al presentarse las autoridades confirmaron la trágica noticia de que había fallecido.
Con la voz quebrada, Ángela remarcó: “Esa fue nuestra noticia el domingo a las seis de la mañana, es decir, terminando el domingo en Sydney”.
Aunque se cree que las olas gigantes, también conocidas como olas monstruosas, son las olas más grandes del mundo, durante mucho tiempo se ha debatido sobre su procedencia. Debido al hecho de que nadie había podido recopilar ninguna evidencia de ellos, anteriormente se pensaba que eran un mito.
Últimamente se han observado grandes olas que parecen aparecer de la nada en casos registrados. Estos muros de agua, que en ocasiones alcanzan alturas comparables a edificios de diez pisos, emergen de mares en calma.
