Un ambiente de preocupación se vive en el barrio Aeropuerto de Cúcuta, Colombia, luego del hecho lamentable registrado el jueves 4 de diciembre, en el que Jader Smith Cedeño Noreña, conocido en la zona como “Chatarra”, perdió la vida en circunstancias que hoy siguen bajo análisis de las autoridades. El hombre, de 35 años, había recuperado su libertad hace aproximadamente un año y buscaba retomar su rutina cotidiana.
Según versiones preliminares, Jader se encontraba en un taller mecánico ubicado en la avenida 2 entre calles 21 y 22, donde revisaban una pieza de su motocicleta. Testigos relataron que, mientras esperaba sentado en una silla, dos personas llegaron al lugar en una motocicleta oscura y lo sorprendieron con un ataque directo, que lo dejó gravemente herido.
Vecinos y trabajadores del sector, aún en estado de impacto por lo ocurrido, comentaron que al notar que la víctima conservaba signos vitales, se organizaron para trasladarlo en un vehículo particular hasta la Unidad Básica de Comuneros, donde recibió atención inmediata. Sin embargo, pese a los esfuerzos del personal médico, la situación se tornó crítica y finalmente se confirmó su fallecimiento.
Al sitio llegaron unidades policiales para acordonar el área y facilitar el trabajo de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho), encargada de realizar la inspección técnica y recopilar los primeros testimonios. Uno de los elementos clave para la investigación es la abundante presencia de cámaras de seguridad en la zona, ya que muchos comercios cuentan con sistemas de grabación. Las autoridades indicaron que el hecho quedó registrado en video, material que ya está siendo analizado para identificar a los presuntos responsables y su posible ruta de escape.
De acuerdo con fuentes investigativas, una de las líneas de análisis apunta al historial judicial de la víctima. En 2021, bajo el alias de “Marrana”, Jader fue capturado junto a otras personas en un operativo contra el tráfico de elementos ilegales en Cúcuta. En esa ocasión, fue detenido en Cali, el 7 de octubre, y permaneció cerca de tres años privado de la libertad por concierto para delinquir y porte indebido de armas. Tras su salida, regresó a la capital nortesantandereana, donde, según conocidos, llevaba una vida aparentemente tranquila.
No obstante, algunos videos compartidos en redes sociales por allegados mostraban momentos de ocio en los que se observaba la presencia de bebidas alcohólicas y objetos peligrosos, lo que hoy hace parte del material revisado por los investigadores para comprender el contexto del caso.
Las autoridades continúan avanzando en la recopilación de pruebas y aún no se han reportado capturas relacionadas con este incidente. La comunidad espera que los responsables sean identificados y que se esclarezcan las causas que rodean este suceso que ha generado preocupación en el sector.





