La víctima era una mujer de 35 años llamada Islay Johana Avendaño Pacheco, quien fue ultimada el jueves alrededor de las 2:15 p.m. metro. en el barrio de Cúcuta, Santander, Colombia de Santa Teresita.
La mujer se encontraba barriendo la sala de su departamento cuando dos sujetos se subieron a bordo de una motocicleta, según información recabada por la Policía Metropolitana de Cúcuta.
El conductor de la moto, que también era el autor intelectual, se bajó, abrió un portón y le D❙SP₳RÓ ocho veces a Islay Johana Avendaño Pacheco desde una ventana.
El atacante ingresó al departamento y lo golpeó en la cabeza con un T❙R0 luego de quedar insatisfecho con los ocho impactos. Luego se dio a la fuga en la motocicleta de su cómplice.
Cuando los vecinos escucharon las explosiones, los vecinos fueron al departamento a investigar y encontraron al perro de la mujer ladrando frenéticamente. Miraron por la ventana y vieron la trágica escena del cuerpo sin vida de Islay Johana Avendaño Pacheco.
El cuerpo sin vida fue entregado a Medicina Legal, siendo la Sijín de la Policía Metropolitana de Cúcuta la encargada de inspeccionarlo. Se examinan las imágenes de las cámaras de seguridad que habrían captado la llegada de los sujetos.
No se conocían amenazas, y la mujer no presentaba antecedentes penales, por lo que hasta el momento se desconoce qué provocó el hecho. Trabajaba desde su casa en Cúcuta, imprimiendo camisetas como oficio.
Llevaba ocho meses residiendo con un familiar en el barrio Santa Teresita. La mujer era de Bucaramanga, Santander.
Era amable, diligente y honesta, según sus amigos. Minutos antes del ataque, incluso fue vista por uno de sus conocidos.
“La vi haciendo aseo y minutos después me avisaron que le quitaron la vida. Ella y yo éramos muy unidas. Nos la pasábamos trabajando, incluso, habíamos quedado de que este fin de semana nos tomábamos unas cervezas, la cita la cumpliremos en la otra vida”, dijo la angustiada mujer.
Para reclamar el cadáver de Islay Johana Avendaño Pacheco, sus familiares viajaron desde Bucaramanga hasta Medicina Legal de Cúcuta. Se desconoce si trasladarán el cuerpo a Santander, la capital del país.
La madre y una tía de Islay Johana Avendaño Pacheco le hablaron con lágrimas y palabras mezcladas con dolor, tristeza y rabia.
“Nosotras no hemos comido desde el almuerzo del jueves, solo tomamos agua, lloramos y esperamos para reclamar el cadáver de Islay Johana. Queremos que hagan justicia porque esta situación nos tiene desesperadas, tristes y con un sinsabor”, dijo la angustiada madre.
La mujer continuó: “nosotros queremos que limpien el nombre de Islay, porque el rumor que hubo en los últimos 15 días es que ella, presuntamente, se ‘robaba niños’. Johana denunció esa calumnia en la casa de justicia de La Libertad… Mi ‘niña’ era muy buena persona”.
Para que el asesino y su cómplice comparecieran ante la justicia, los familiares de la víctima exigieron que la policía investigara el asesinato, los encontrara y los trajera a ellos a la justicia.
También mencionaron que Islay Avendaño Pacheco tenía una carrera de diseño de modas de ocho años antes y residía en Cúcuta desde 2018 tras decidir salir de Bucaramanga en busca de mejores perspectivas laborales.
Según cuenta la madre de la mujer asesinada, “Ella estampaba camisas y gorras, también bordaba uniformes, se rebuscaba. Cuando no había trabajo en eso se ponía a hacer otras cosas, pero nunca se metía en cosas malas”.
La fuente dijo que el homicida entró entonces y “aparentemente la mató de un tiro en la cabeza, se bajó y se montó en la moto para huir tranquilamente con su cómplice”.
En esa conocida zona de la ciudadela La Libertad, la alarma vecinal comenzó a sonar luego de que los asesinos se dieron a la fuga. Al principio, varias personas fueron a la cuadra alrededor de la calle 18 y la Cuarta Avenida creyendo que les acababan de robar.
La mascota de la víctima estaba ladrando cuando un grupo de personas llegó al lugar, por lo que se acercaron a la ventana y vieron el cuerpo de la mujer tirado en la habitación.
La amiga de Islay Avendaño, quien vive a unas cuadras del lugar de los hechos, llegó en su auto poco tiempo después para asistirla y subirla para que la llevaran al hospital, pero se dieron cuenta de que ya había fallecido. .
Al lugar llegó la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) y la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), quienes estaban a cargo de la inspección técnica.