Una niña de 14 años de edad, originaria de España y que residía en Brasil, fue encontrada sin vida en el distrito turístico de Porto Seguro, en el sur de Bahía en Brasil.
La niña fue identificada como Nayra Gatti y ahora las autoridades acaban de confirmar quién fue que cometió el hecho, luego de tener los resultados de las pruebas de ADN.
El pasado 10 de diciembre, después de regresar del supermercado con su padre y su hermana, Nayra desapareció en una calle oscura, durante un apagón de luz que sufrió toda la región a lo largo de 36 horas.
La buscaron durante todo un día hasta que apareció sin vida al lado de un río. Cuando las autoridades revisaron el cuerpo, confirmaron que había sido VI0L4DA y ESTR4NGUL4DA.
Las autoridades lograron tomar muestras de S3MÉN del cuerpo sin vida de la niña, lo cual sería pieza clave para hallar el responsable de cometer el hecho.
Durante las investigaciones y los interrogatorios, varios hombres se les requirió que proporcionaran muestras de ADN para determinar si alguno eran responsables.
Pero también había un hombre, identificado como Renan de Almeida Oliveira de 50 años de edad, quien no se encontraba en el pueblo cuando encontraron el cuerpo sin vida de la niña, sin embargo, regresó algunos días después.
Renan de Almeida Oliveira de inmediato empezó a vender gran parte de sus pertenencias, lo que le resultó sospechoso a los vecinos, quienes lo colocaron en el ojo de las autoridades.
Finalmente las autoridades le pidieron a Renan de Almeida Oliveira que proporcionara muestras de su ADN, a lo que este accedió.
Sin embargo, al otro día de entregar su ADN, Renan de Almeida Oliveira se quitó la vida. Fue encontrado colgado a un árbol en el patio trasero de su casa, en el municipio de Itabela.
Cuando los resultados de las pruebas de ADN salieron, confirmaron que este pertenecía Renan de Almeida Oliveira, quien fue señalado como el único autor del hecho.
Nayra era una niña muy inteligente a la que le gustaba leer y que colaboraba con varias ONG de la zona. Su labor la puso en contacto con la conocida actriz mexicana Giselle Itié, para quien el hecho fue un trago muy duro. “Arrancaron una parte de mí, aún percibiendo que el destino sería ese”, expresó.
La actriz denunció el abandono en el que estaba Nayra, al igual que su hermana y otras niñas del entorno.
El no haber llevado a cabo la adopción también la hace sentir culpable: “Me callé porque creí en los demás, me embaracé, me desenfoqué de lo mas importante y me siento culpable”. Enfatiza que hará todo lo posible por Nereida, la hermana de la fallecida.
Hace tiempo, la actriz pidió ayuda a una ONG que presta ayuda a las familias para adopción, pero con su embarazo esto no prosperó. cuando ella regresó a Río de Janeiro, perdió comunicación con las niñas, y hoy, eso la hace sentir culpable.
Tras el hecho, la justicia ha retirado la custodia de la otra niña al padre.
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