Guanajuato, México. – Un comerciante y activista ciudadano, conocido como "Don Nico" o Guadalupe “N”, fue víctima de un ataque con arma de fuego mientras realizaba una transmisión en vivo en sus redes sociales para denunciar el deterioro de una carretera.
El violento ataque ha conmocionado a la comunidad.
El suceso ocurrió la mañana del 7 de octubre de 2025. "Don Nico", que vendía helados bajo el nombre "Helados Nico".
Este también era conocido por su activismo directo en Facebook denunciando fallas de servicios públicos, estaba en la entrada de Urireo señalando baches y zonas destruidas del pavimento.
La transmisión fue interrumpida trágicamente cuando dos hombres a bordo de una motocicleta roja se acercaron. Uno de ellos detonó un arma de fuego directamente contra el comerciante.
La víctima recibió múltiples impactos de arma de fuego en la pierna, ingle y glúteo, aunque algunos reportes señalan hasta seis disparos. "Don Nico" fue trasladado de inmediato al hospital en estado crítico.
Según los últimos informes médicos, su condición es delicada pero estable, y permanece bajo observación.
En la grabación, que continuó transmitiéndose tras el ataque, se escucharon los disparos, gritos de dolor y una de las frases más impactantes: “Ya me mataron, corazón… cuida a mis hijos. Te amo”.
"Don Nico" había ganado notoriedad por su voluntad de organizar a los vecinos para cooperar y tapar los baches por cuenta propia, afirmando que no buscaba fama, sino que "nos hagan caso".
Esta mezcla de autenticidad y denuncia al abandono vial lo convirtió en un símbolo local, pero también, según las especulaciones, en un blanco incómodo para intereses locales.
El Gobierno Municipal de Salvatierra condenó enérgicamente el ataque y solicitó a la Fiscalía General del Estado agilizar las investigaciones. A nivel nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum lamentó el ataque, asegurando que el caso sería atendido por el Gabinete de Seguridad.
Hasta el momento, no hay detenidos, ni se ha confirmado la identidad o el motivo directo del atentado. El caso, ocurrido a plena luz del día, expone el riesgo de ejercer la denuncia ciudadana en México y el abandono estructural en las zonas rurales.
