Sentado en una silla de plástico roja, con una bebida en la mano y frente al mar, así transcurrían los últimos momentos de Andrés Felipe Bedoya Betancour, conocido como “El Barroso”, antes de verse involucrado en un incidente que ocurrió durante la tarde del 3 de diciembre, en una playa del corregimiento de La Boquilla, en la Zona Norte de Cartagena, Colombia.
Según información preliminar, el joven de 29 años, nacido en Medellín, había llegado a la ciudad solo dos días antes. Ese miércoles se encontraba acompañado por dos personas, con quienes compró bebidas en una carpa cercana. Testigos contaron que uno de ellos se retiró inmediatamente después del hecho, mientras que el otro permaneció en el lugar.
Una persona que presenció la situación relató que “los tres compraron cervezas, pero Andrés se sentó aparte en las sillas. Entonces llegó un desconocido y ocurrió todo. Uno de los acompañantes, que hablaba por teléfono, se fue enseguida”, afirmó.
De acuerdo con la Policía Metropolitana de Cartagena, Bedoya Betancour contaba con un registro judicial amplio, con 11 anotaciones por diferentes situaciones. Entre ellas había reportes por hurto calificado, amenazas contra defensores de Derechos Humanos y servidores públicos, concierto para delinquir, fuga de personas privadas de la libertad y lesiones personales, registrados entre 2015 y 2025.
Medios de Medellín informaron que “El Barroso” era señalado de integrar un grupo dedicado al robo de relojes de alta gama en la capital antioqueña. Reportes de inteligencia citados por el diario Q’HUBO Medellín lo mencionan como presunto sucesor de dos figuras conocidas en ese entorno: Juan Pablo Estrada Builes, alias Mono Rólex, y Alexis Quintero Restrepo, alias Cabezón, ambos fallecidos en situaciones distintas meses atrás.
Bedoya Betancour era hijo de Juan Carlos Bedoya Duque, reconocido en el pasado dentro de la estructura conocida como La Terraza. Fuentes consultadas por medios regionales explicaron que este grupo habría estado vinculado durante varios años al hurto de objetos de lujo.
Algunas versiones sostienen que el hecho ocurrido en Cartagena podría estar relacionado con diferencias internas. Presuntamente existía inconformidad por la manera en que Bedoya operaba, involucrando a jóvenes y manejando actividades sin los reportes internos requeridos.
Además, se conoció que desde el 19 de noviembre permanecía prófugo, luego de evadir un operativo en el que se buscaba su captura por dos órdenes relacionadas con concierto para delinquir. Autoridades señalan que cumplía un rol clave dentro del grupo al seleccionar y marcar a las víctimas aprovechando su experiencia, además de coordinar el transporte y a quienes ejecutaban los robos.
Las autoridades continúan recopilando información para esclarecer por completo lo ocurrido y los posibles móviles detrás de este hecho en investigación.
