Acaba de ser sentenciado a 100 años en prisión, un adolescente por haberle quitado la vida a sus dos hermanos pequeños, en un hecho sucedido en Osgood, Indiana, Estados Unidos.
Nickalas Kedrowitz, de 17 años, recibió dos sentencias consecutivas de 50 años por asfixiar hasta quitarle la vida a su media hermana de 23 meses, Desiree McCartney, y a su hermanastro de 11 meses, Nathaniel Ritz.
Kedrowitz tenía 13 años en el momento de los hechos, que se cometieron con tres meses de diferencia en dos ocasiones distintas.
La defensa del joven alegó que tenía problemas mentales que no se habían tratado y, por lo tanto, merecía una sentencia más benigna. Sin embargo, el juez Ryan King pensaba totalmente diferente a ese argumento de la defensa.
La madre de la bebé Christina McCartney, llegó a su vivienda el 1 de mayo de 2017 y notó que su hija no estaba respirando adecuadamente. Dos días después, el 6 de mayo, la bebé terminó perdiendo la vida en el Cincinnati Children’s Hospital.
La policía creía que le había quitado la vida a la niña para “liberarla al cielo”. Meses después lo acusarían de hacerle lo mismo a Nathaniel .
La madre del adolescente reveló que este un día había mutilado una vez a un gatito y un pariente había dicho que su temperamento era como el del Increíble Hulk.
El adolescente confesó los hechos después de haberle quitado la vida a Nathaniel.
“Hubo varios comentarios que se hicieron a la policía sobre la supuesta liberación de los hermanos de algún tipo de infierno”, dijo el fiscal del condado de Ripley, Ric Hertel.
Christina McCartney cree que el "infierno" del que hablaba su hijo podría haber estado relacionado con su padrastro, que vivía con la familia en la casa.
“Él lo vio siendo malo con los bebés. Que los empujó hacia abajo a propósito. Los trancaba bajo llave en la habitación para tratar de callarlos”, dijo McCartney.
“Pintó un cuadro bastante malo. Como madre, es difícil de tragar lo que estaba pasando y yo no lo sabía”.
A pesar de los reclamos contra el novio de McCartney, no se han presentado cargos en su contra.
A Kerdowitz se le presentaron acusaciones como si fuera un adulto, pero este se declaró inocente de los cargos en su contra. Mientras que los fiscales argumentaron que él era responsable de ambos hechos.
Hertel enfatizó la cantidad de tiempo entre los hechos para justificar la sentencia de 100 años.
“Esto no fue una especie de calor de pasión, un hecho y luego minutos u horas o incluso días después”, dijo.
“Estamos refiriéndonos a meses, por lo que pensamos que la parte consecutiva de la sentencia era justificada y era apropiada en vista de las circunstancias”.